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Atarjea

31 Oct

Una atarjea que conducía el agua a los molinos. Una garita para el mayordomo de los molinos. Escaleras para subir a la atarjea. Una oficina para granear la pólvora. Almacenes para guardar los enseres de la fábrica. Un almacén para

Fuente: La renta de la pólvora en Nueva España, 1569-1767 Autor: Villar Ortíz, Covadonga

La atarjea forma parte de las palabras del árabe que nutren a la sangre de nuestro idioma español. Ya que junto al latín y el griego es su origen más alto, podrían ser como las plaquetas: se pusieron en lugares donde había un vacío.

Tašyī, que quiere decir acompañamiento en el árabe clásico, derivó a una caja de ladrillo. Sí, curioso, pero es así. Ese objeto y construido con ese material que tiene por objetivo defender las cañerías es una atarjea. Quizás sea porque sin esas tuberías no tiene sentido su vida, una simbiosis donde ella escolta.

También se puede utilizar en la lengua hispana atarjea como el conducto que lleva los líquidos hasta los sumideros.

Y en el castellano de Andalucía, Canarias y México atarjea tiene otro significado más: es el canal de las mamposterías que sirve para que el agua vaya a donde haya diseñado el arquitecto con el objetivo de que no se inunde una zona.