Higa viene de higo aunque no tiene que ver con esta palabra, curioso. La primera acepción para este término es el de un ornamento de azabache o coral, que tiene forma de puño, y que se le colocan a los niños para librarlos del mal de ojo.
Pero la higa también es el gesto que se hace con la mano con el puño cerrado y el anular arriba, equivalente a la expresión «jódete», para señalar a personas infames. Por extensión también se usa como burla o desprecio un efecto apotropaico en su origen, es decir, servía para quitar el mal de ojo.
Existen diferentes expresiones o locuciones con higa. La primera tiene que ver precisamente con esta última acepción: dar higas, es decir, despreciar o burlarse de algo. No dar por algo dos higas, también se refiere a esta situación.
La segunda es bastante curiosa: dar higa la escopeta. Significa que no se da lumbre al pedernal cuando se le dispara.
La última, dar (o hacer) a alguien una higa, se refiere a hacer algo contra el mal de ojo.
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